Todos sabemos que en cualquier cesta de Navidad es imprescindible que haya una botella de cava y otra de champagne para abrirla cuando se acerca el final de la velada. Si bien es cierto que en cualquier otra época del año es típico brindar con vino, en Navidad es casi obligatorio brindar con champagne o cava.
¿Por qué?
Para responder a esta pregunta, nos tenemos que trasladar a la Antigüedad, cuando el champagne y el cava estaban reservados para aquellas personas de la Aristocracia, y que cogieron la costumbre de brindar con sus copas de champagne para que al chocar unas con otras, el vino espumoso pasara de una copa a otra con el movimiento.
De esta manera, si una copa estaba envenenada, el contenido pasaba de una a otra y la persona que atacaba podía correr el riesgo de envenenarse también.
La tradición fue pasando año a año hasta convertirse en algo más simbólico en celebraciones como las que tienen lugar en Navidad y en otras épocas del año.
El consumo de champagne en Navidad incrementa como en ninguna otra época del año. Más allá del consumo personal, en nuestras cestas de Navidad y lotes de Navidad no pueden faltar una o dos botellas de este vino espumoso de la mejor calidad.
¿En qué se parecen el cava y el champagne?
A primera vista, la primera similitud entre el cava y el champagne es su color amarillo, pero ambos productos comparten el mismo método de elaboración mediante el cual se produce una doble fermentación en la botella.
Este proceso que acabamos de mencionar anteriormente es conocido como champenoise.
¿En qué consiste este proceso?
En primer lugar, se embotella el vino y tras una primera fermentación con un toque azucarad, se realiza una segunda fermentación en la botella donde se consume toda o casi toda parte del azúcar generando burbujas de gas carbónico.
Estas botellas están colocadas horizontalmente con el tapón hacia abajo para que los sedimentos se depositen cerca del tapón. Y gracias al proceso de ‘removido’ se van girando hasta ponerlas cabeza abajo para que las lías o levaduras muertas se depositen en la parte del cuello.
Finalmente, y por efecto de congelación, se degüellan las botellas para que se expulsen todos esos posos y se vuelven a tapar, conservando la presión del gas.
Diferencias entre el cava y el champagne
Son muchas las diferencias que hay entre el cava y el champagne, pero hemos intentado incluir en este artículo las diferencias más importantes entre ambos productos:
- La zona de procedencia es una de las diferencias principales entre cava y champagne. El cava está protegido por una denominación de origen cuya mayor parte de la producción proviene de Barcelona. Por su parte la denominación de origen del champagne está situada en el noreste de Francia.
- La variedad de la uva, en el caso del cava se usan para su elaboración la Parellada, la Macabeo y la Xarelo. En el caso del champagne son normalmente la Chardonnay y la Pinot Noir. Decimos normalmente dado que en ocasiones se usan otras uvas, si bien éstas que hemos mencionado son las más habituales.
- El clima y el suelo es una de las características que marcan la diferencia ya que cada zona posee unas condiciones distintas. En Barcelona, que es donde se elabora la mayor parte del cava en España, predomina el clima mediterráneo y esto provoca una maduración más rápida de las uvas, mientras que en la región donde se elabora el Champagne gozan de un clima continental, con influencia atlántica, menos moderado, lluvioso y frío que repercute en una mayor acidez y en una maduración más tardía de la uva.
El precio siempre cuenta
Normalmente el precio del cava suele ser inferior al del champagne, pero desde los últimos años no siempre es así. Esta diferencia de precio existe tanto en los niveles más económicos como en los más exclusivos. Los cavas de mayor consumo se venden a precios que se sitúan entre los 5 y 8 euros.
Esto es algo que resulta impensable para un champagne. Los champagnes más económicos se sitúan por encima de los 15€.
Esta diferencia de precio existe tanto en los niveles más económicos como en los más exclusivos. Y es un producto que encontraremos en nuestras Cestas de Navidad Gourmet.
Sin embargo, hoy en día, las diferencias se van acortando, hay cavas cuyo precio está al nivel de muchos champanes y, en uno y otro caso, hay que decir que los encontramos de magnífica calidad, tanto de pequeños como de grandes productores. De ahí que la horquilla de precios sea amplísima en ambos casos.
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